Comienzo a pensar que la función de
la mujer a veces es odiar a las de su mismo género. Las chicas amachadas
pareciera odiarse entre ellas y las chicas huecas prefieren no ponerse en su
camino, porque “son celosas”. La verdad no me importa que se odien, con tal de
que no se sonrían abiertamente para luego apuñalarlas en la espalda o donde más
les duela. Un simple saludo de cortesía en el trabajo, sala de clases o en la
calle basta, nada de “amigui” (incluso tratar a alguien de “amigo” en vez de
“María” es horriblemente cínico, si es tu amiga, no hay necesidad de
etiquetarla), sin embargo al momento de presentar debería hacerse sin dudar;
“era mi compañera de colegio”, ¿significa que no es suficientemente?
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