Para ser mujer, odio
mi pelo largo, lo odio. Pero desde que lo tengo un poco largo recibo halagos, a
pesar de sentirme además de incomoda, una muñequita tonta de porcelana (no es
que sea linda, sino que me veo tierna así) al final, luzco como quieren que
luzca y me siento deprimida por no poder usar el cabello corto sin que te
cataloguen de lesbiana, marimacha o flaite. Odio este país de mierda. Odio los estereotipos de mierda.
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